La obsesión de EL PAÍS con Hugo Chávez

13 Ene

Hugo Chávez, con la espada de Bolivar, celebra su victoria electoral. / JUAN BARRETO (AFP) / Fuente: EL PAÍS

La historia del diario EL PAÍS con la figura de Hugo Chávez, desde su llegada al poder en 1999, se ha caracterizado por una línea editorial muy crítica y parcial. Se podría decir que constituye un auténtico ejercicio de militancia anti-Chávez. La deontología periodística exige que los medios de comunicación realicen un tratamiento imparcial y objetivo en la medida de lo posible. Y el tratamiento de este periódico de la campaña electoral de Hugo Chávez durante el pasado mes de octubre es uno de los mejores ejemplos de cómo la propiedad de los medios influye en su línea editorial e ideológica.

Teniendo en cuenta la distinción taxonómica entre información y opinión que el propio periódico delimita al colocar las distintas piezas en una u otra sección, se puede afirmar que los textos que están insertos en la sección de información (noticias, perfiles y análisis principalmente) se caracterizan por un alto grado de componentes subjetivos propios de la sección de opinión. Esto es, en la mayoría de las piezas informativas (noticias) se pueden encontrar adjetivos calificativos (caudillo, mesías, telepredicador, populista, estrella del rock…), interpretaciones personales del autor, juicios de valor e incluso el uso de la primera persona (me hizo recordar). Urdaneta sostiene que «la noticia como género periodístico debe escribirse de forma tal que el redactor ponga de manifiesto el hecho y sea el lector quien saque sus propias conclusiones sobre lo leído”. Como también indica Urdaneta, “el Manual de Estilo del diario El País (Sección 3 -Tratamiento de la información- punto 1.12) plantea que el periodista transmite a los lectores noticias comprobadas, y se abstiene de incluir en ellas sus opiniones personales”. Por tanto, en base al propio manual de estilo de este diario y dados los sesgos subjetivos de opinión presentes en los géneros informativos, se puede afirmar que no se cumplen en absoluto estos cánones.

 Existen dos factores principales que ayudan a comprender el tratamiento sobre Venezuela, y en especial de Hugo Chávez, que realiza el diario EL PAÍS. Un tratamiento caracterizado por una animadversión manifiesta ante la figura del presidente de Venezuela. No en vano, tras el golpe de estado contra Chávez en 2002, este diario tituló un editorial como “Golpe a un caudillo”, calificándolo como “autócrata peligroso” cuyo derrocamiento significaba “un alivio mayoritario”. El primer factor es causado porque el diario EL PAÍS es propiedad del Grupo Prisa, en el cual tienen participación en su accionariado empresas multinacionales como Telefónica, Banco Santander, HSBC y fondos de inversión de Wall Street como Liberty Acquisitions Holding. Todas ellas son empresas que tienen intereses e inversiones en América Latina, y que son contrarias a las políticas de nacionalismo económico, cuyos máximos representantes son Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Fidel/Raúl Castro. En Venezuela, Prisa tiene inversiones cruzadas con el grupo Cisneros (contrario a Chávez), el mayor grupo mediático del país, propietario del canal Venevisión. Asimismo, el Grupo Prisa tiene una fuerte presencia en Latinoamérica a través de editoriales como Santillana, Alfaguara y Taurus. Prisa es propietaria de medios de comunicación en los siguientes países sudamericanos: Argentina (Radio Continental, 40 Principales); Bolivia (Diarios El Nuevo Día, Extra y La Razón); Chile (Radio Chile); Colombia (Caracol Radio); Costa Rica (40 Principales y Bésame); Ecuador (40 Principales); EEUU (Radio Caracol Miami, Radio Los Ángeles); México (Televisa Radio); Panamá (W Radio).

Por todo ello, son evidentes los intereses económicos-comerciales y políticos del Grupo Prisa en esta región, influyendo en la línea ideológica del periódico EL PAÍS para su cobertura de las informaciones sobre Venezuela y Hugo Chávez. Estos factores económicos-ideológicos se ven manifestados directamente en los tres editoriales publicados en EL PAÍS durante la campaña electoral venezolana. El segundo de ellos, publicado el día antes de las elecciones (6 de octubre), describe los comicios como una dicotomía maniquea entre “dos modelos sociales antagónicos”, calificando el gobierno de Chávez como “autocrático”. Término nunca empleado para hablar de regímenes que violan los derechos humanos pero que son afines a los intereses económicos del grupo editorial y empresarial al que pertenece el periódico. En este editorial se hace una apuesta explícita por la elección de Capriles.

El segundo factor para comprender el tratamiento que el diario EL PAÍS hace de las informaciones sobre Venezuela es la autoría de las piezas informativas. Maye Primera es la principal corresponsal de EL PAÍS en Caracas, siendo la periodista que firma la mayor cantidad de noticias relacionadas con Venezuela, Hugo Chávez y Henrique Capriles. Esta periodista ha firmado casi la mitad (47.5 %) de las 40 piezas totales presentes en este diario durante la campaña electoral de 2012. Por ello, es importante conocer su perfil ideológico para comprobar si su orientación ideológica, al ser venezolana y vivir en Caracas, puede influir en la neutralidad de sus informaciones más allá de los sesgos encontrados en el análisis de las informaciones (adjetivos calificativos, interpretación…). En 2002 hubo un golpe de estado contra Hugo Chávez. Pedro Carmona Estanga, líder de la organización empresarial más importante de Venezuela en este momento, disolvió todos los poderes y derogó la Constitución aprobada en referéndum en 1999 a través del llamado Decreto Carmona. Maye Primera firmó este documento (Acta de constitución del Gobierno de Transición Democrática y Unidad Nacional, 12 de abril de 2002). Por tanto, es un hecho que ayuda a evaluar las tendencias ideológicas que son empleadas al tratar la figura de Chávez y de su opositor, Capriles, por parte de la principal autora que cubre las informaciones sobre Venezuela para EL PAÍS.

De esta manera, tanto la línea editorial de EL PAÍS como la de su la principal autora que firma las informaciones de Venezuela son coincidentes. Misma situación se da en los artículos y columnas de opinión y tribunas del periódico. EL PAÍS incurre en una acentuada línea ideológica en sus informaciones y opiniones sobre Venezuela en la que La figura de Hugo Chávez es tratada en la gran mayoría de las piezas de forma negativa, a través de descalificaciones e insultos en algunos casos. “Chávez es desdibujado como un personaje agresivo, eufórico, desequilibrado, dispuesto a todo para satisfacer sus necesidades individuales y permanecer en el poder”. Esta línea ideológica está completamente condicionada por los intereses económicos-ideológicos de las empresas propietarias del Grupo Prisa.

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